La mirada de un emprendedor hacia la responsabilidad social.
INTRODUCCIÓN…..Muchas gracias por la invitación a participar en
este importante evento que con el nombre de SEMINARIO INTERNACIONAL DE
DESARROLLO HUMANO SUSTENTABLE UNA MIRADA DESDE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL
EMPRESARIAL, ha organizado ACOINVA y un selecto grupo de instituciones y
empresas. Encuentro apropiado y lugar propicio en Valera para la
presentación del libro CREYENDO EN TRUJILLO, que escribí con una profunda devoción
de amor por la familia Faccin Caon, en el que se proyecta esta empresa familiar
que al decir del geógrafo Francisco González Cruz, prologuista: “El presente
libro recoge, (……) la historia de esta ‘empresa consciente’ fundada por Roberto
y Gabriella, y proyectada a la vanguardia por sus hijos Sandra, Fernando,
Roberto Enrique, Ana María y Ricardo (…). La historia bien contada de una
empresa familiar y de las circunstancias que la rodean, en un enfoque que
recrea el esfuerzo personal de sus protagonistas, el entorno que vivieron, las
fortalezas que tuvieron y los obstáculos que salvaron”. El libro fue
una aventura y un descubrimiento para mí. Sinceramente una aventura
que me enseñó muchas cosas, que, ajustándolas al objetivo esencial de este
Seminario me hizo ser emprendedor por la constancia y hasta por la audacia de
adentrarme en una empresa de escritura dentro de una temática prácticamente
desconocida, más aún, cuando al principio ellos me mostraron dos inmensos y
hermosos libros, uno de la empresa Vincler y otro de Excelsior Gama, y me
dijeron, que sea como estos, pero que no se parezca en nada a estos……
Imagínense el atrevimiento…..Pero, bueno. ¿No tenía yo el aliciente
mismo del señor Roberto Faccin? y ¿No comenzó a revolotear en mí el tremendo ejemplo
útil, de este ciudadano que prácticamente de la nada edificó un todo
maravilloso?....Ser emprendedor es eso, como lo vamos a ver en una metáfora que
se me ha ocurrido idear para darle una explicación al concepto.
LA METÁFORA DEL EMPRENDEDOR… Hace poco me llamó la atención la
palabra emprendedor, por ser tan de actualidad y estar haciéndose tan nombrada
en nuestra realidad regional. Debe ser por impulso de lo empresarial o por el
dinamismo de la misma Universidad. Pero se escucha mucho y hasta se
ha hecho familiar a muchos, generalizándose pues, y eso me parece propicio y
esperanzador. Ocurre que como el lenguaje da para todo y es el origen de todo,
al fin y al cabo emprendedor es una palabra. Y comencé a
descomponerla, desde su propia base prend/lexema del verbo prender. Y, ¿qué es
prender?, me dije. Y entonces imaginé delante la llama, no de la cocina de gas,
porque en este caso es mágica la acción, o lo que es lo mismo, encender la
hornilla de la cocina de gas no es ser emprendedor, por ser una acción muy
fácil de realizar. En mi caso, estaba viendo era el hueco de la chimenea, y la
preparación con la leña y los carbones, y los fósforos, y el kerosen, y el
pedacito de papel, y hasta un ventilador, necesarios para “prender” la candela
y hacer las brasas. Y ahí, no sé por qué, pero con certidumbre encontré un
apropiado concepto de lo que es ser emprendedor. El “prendedor del fuego” en la
chimenea es un emprendedor, ese si en verdad es un emprendedor. Y así aparece
la metáfora, vale decir, la comparación. Porque veamos el proceso,
que no es nada gratuito, requiere una organización previa y unos componentes
iniciales, como una maquinaria sistémica que se va organizando para que haya
efectividad, un conjunto de dificultades que van apareciendo y que uno tiene
que enfrentar para seguir adelante, el cuidado que se debe tener para que no se
apague el fuego, el combustible que se va inyectando periódicamente para
alimentarlo y hacerlo grande y provechoso, el aire que hay que insuflarle, la
fatiga a veces y las desilusiones cuando amaina a veces hasta la extinción, si
uno no se avispa y está ojo avizor. Todo un proceso muy cuidadoso
para obtener las brasas que nos permitan el éxito del asado. Y todo
ese proceso creo yo es el de un emprendedor………Porque la palabrita no es fácil
si la descomponemos, porque como les digo tiene una base verbal: PREND/ y lo
primero que usted obtiene es PRENDEDOR. Y, ¿qué es prendedor? el que
prende. Caramba, hace cincuenta años el joven soñador y arrojado Roberto
Faccin, prendió timoratamente una débil llamita en esta ciudad de Valera, y la
sopló y la sopló y la sopló, y estuvo todo el tiempo pendiente de ella y no la
descuidó un solo momento, y ¿qué logró al final?: Todo lo que está en el
interior de este libro: una inmensa obra, una emprendencia total y un gran
servicio social; un bastión portentoso de responsabilidad social. Todo eso es
la empresa SUCASA. Aquí también éticamente presente en este Seminario como una
lección a estudiar. Y hay más, seguimos analizando el término, y
vemos que prendedor es el que puede prender, asir, agarrar, sujetar una
cosa…arraigar la planta en la tierra, empezar a ejecutar una
cualidad. Pero, prender es el comienzo, y no todo comienzo tiene un
final feliz. Para los que no son emprendedores sino simplemente prendedores, la
historia de SUCASA no les sirve para nada. Porque resulta que,
ustedes pueden ver muy bien el agregado, la palabra prendedor para que sea
efectiva necesita el prefijo EM y es cuando aparece EMPRENDEDOR, que es el que
prende y comienza a tener sumo cuidado de lo que prende, el que alimenta la
llama y la va haciendo crecer con esfuerzo, con sacrificio, con una gran visión
y una esperanza. Por eso, las empresas e instituciones bien creadas
y forjadas para la permanencia hacen su respectiva MISIÓN y VISIÓN,
es decir, son prospectivas. Por eso no es lo mismo tener visión
futurista, que es como usualmente decimos, que tener visión PROSPECTIVA; el
futurista no es emprendedor, el prospectivo sí lo es…El Diccionario, que es el
gran amigo del hombre, mucho más que el perro, nos dice que emprendedor es el
que asume con resolución acciones dificultosas y azarosas; comenzar y saber
mantener una obra, un negocio, un empeño. Dícese de los que
encierran dificultad o peligro; es tomar un camino con resolución de llegar a
un punto…Cuando leía esto en el Diccionario, se me transfiguraba el ejemplo del
señor Roberto Faccin. Si yo hubiese escrito el Diccionario, hubiese
dicho al final del concepto, Ejemplo: Roberto Faccin, porque asumió con resolución
siempre, y ahora él y su grupo familiar lo están haciendo
igual. Hace pocos días, Ricardo, en una buena exposición en este
mismo lugar universitario dijo que tienen proyectos para la ciudad de Valera,
norte y sur; Motatán, Boconó, Timotes y el centro de la República…Ah, cómo está
creciendo ese mapa.
SUCASA es una verdadera empresa. Y vuelvo al
Diccionario, mi gran consultor gratuito, hasta eso es, nos aclara conceptos y
dudas y no cobra nada. El Diccionario dice, que empresa, (partamos
la palabra em/presa), la voz presa con sus muchas acepciones entre ellas las
que nos corresponde decir: acción de prender o tomar una cosa y el prefijo em,
echarla adelante, empujarla. Pero también dice, ya como la palabra
empresa, que es una acción ardua y dificultosa que laboriosamente se comienza;
es el intento o designio de hacer una cosa, casa o sociedad mercantil o
industrial fundada para emprender (miren: emprender) o
llevar a cabo construcciones, negocios o proyectos de
importancia. Aquí me parece ver nuevamente ejemplarizado al señor
Roberto Faccin, porque realmente esto es lo que ha hecho en su vida de
emprendedor. Pero, igualmente asienta el Diccionario lo siguiente:
Obra o designio llevado a efecto en especial cuando en él intervienen varias personas…entidad
integrada por el capital y el trabajo, como factores de la producción y
dedicada a actividades industriales, mercantiles o de prestación de servicios
con fines lucrativos y con la consiguiente responsabilidad. Aquí, en
esta parte del concepto, ya ingresan al Diccionario los familiares y
relacionados del señor Faccin, ya el concepto es de empresa familiar.
Y todo esto que conceptualizo con la ayuda de mi mejor amigo, el
Diccionario, está ampliamente contextualizado en el libro, como ustedes van a
ver al leerlo.
SUCASA COMO VANGUARDIA DE RESPONSABILIDAD SOCIAL…Yo traté el
tema en el libro como vanguardia de bienestar social, porque toda
responsabilidad social deviene en bienestar social, como es
lógico. Colocar el conjunto de los sentimientos humanos entre lo
propiamente empresarial y lo social, viendo las necesidades de una amplia
comunidad que requiere ayuda, eso es más solidaridad que deber; calidad de
servicio más que obligación, una moral asumida con responsabilidad y un
profundo sentido de pertenencia. SUCASA es una empresa de vanguardia
en este sentido, tiene un dilatado historial de aciertos en lo que se refiere a
la responsabilidad social, dentro y fuera de sus límites
empresariales. La responsabilidad social es una de sus máximas
virtudes y de su amor por Valera y el Estado, a los que viene dando respuesta
en sus exigencias y peticiones desde el punto de vista de la asistencia social
integral.
La responsabilidad en una acepción básica, es deuda, “es una
obligación de reparar y satisfacer a sí mismo y a los otros”. En
SUCASA se entiende el concepto, de ahí el amplio inventario o listado si sólo
citamos los nombres del historial de hechos de responsabilidad social que ha
venido acumulando. Han entendido sus propietarios y gerentes que les
atañe socialmente ese cargo u obligación y lo vienen asumiendo podemos decir a
diario, lo que les da también ese crédito y reconocimiento recibido desde la
simple palabra de gracias hasta el grande testimonio institucional.
Vuelvo a lo etimológico para en un breve juego de palabras decir
que responsabilidad social, es responder, en este caso, responsabilidad lleva a
responder. Y la anécdota del sacerdote que en el responso pedía a
los fieles que simplemente respondieran a lo que él decía. Responso
es eso, reclamaba, que me respondan…En SUCASA saben responder, tal lo vemos en
la gruesa carpeta, no una, muchas que archivan los comprobantes de las
respuestas dadas a la sociedad, como empresarios civilmente restitutivos,
reparadores, indemnizadores directos, indirectos o subsidiarios respecto a las
necesidades sociales locales y regionales. La responsabilidad, en
esta acepción, es sociabilidad. SUCASA exhibe un profundo contenido
de calidad social, por su inclinación a servir, por su disposición hacia el
servicio, por ser un promotor, uno de los grandes promotores de la vida
valerana de estos últimos años.
Con vista en esto, pudiéramos decir, que “la responsabilidad
social es promover y satisfacer las condiciones sociales que deben satisfacer
en los seres humanos el desarrollo integral de su persona”. La gente
de SUCASA desde hace mucho tiempo, como demuestra el contenido de su Archivo,
ha tenido un solidario canal de comunicación asistencial con organismos,
instituciones y personas, a los que brinda sin reservas su generosidad de
muchos modos distintos, siempre con la espontaneidad de sus propietarios, pues
así lo determinaron el señor Roberto y su esposa Gabriella, a quienes se anexó
luego la generosidad de sus hijos e hijas, conscientes por igual de que una empresa
de servicio es una organización fría y calculada ciertamente, pero también
llena de contenidos espirituales que la proyectan y hacen obtener el liderazgo
y reconocimiento otorgado por la moral social.
Como podemos ver por lo que voy a referir, SUCASA constituye una
empresa propicia a la solidaridad, a las necesidades sociales, a dar respuestas
positivas en beneficio de la comunidad, en salud pública, tradición y cultura,
en lo religioso y educativo; onomásticos y celebraciones, jornadas de
cedulación, cartas médicas, jornadas ambientales y calidad de vida, protección
civil, entre otras realizaciones.
En sus programas de Responsabilidad Social, SUCASA ofrece un
amplio balance. Solamente me voy a concretar a nombrar los títulos
de esos programas: Bienestar Social Orientado hacia su
entorno. Bolsas Ecológicas (Oxi-Biodegradables) Jornadas de
Vacunación. Caminatas Ecológicas. SUCASA y la Cruz Roja
Unidos por nuestros hermanos de Haití. SUCASA y la Alcaldía de Valera
realizan murales ecológicos. Carrito exclusivo para nuestros abuelos
y futuras madres. SUCASA da una mano a la Granja de la
Misericordia. SUCASA uniendo esfuerzos con ATRUSID (Asociación
Trujillana de Síndrome de Down) Dípticos
Mensuales. SUCASA aporta una mano amiga al sector El Amparo.
Actividades de Bienestar Social orientadas al Cliente Interno:
En sus 50 años, SUCASA repartió 50 premios a sus
trabajadores. Evento el Día del Niño. Evento Corporativo
“Compartiendo un día diferente”. Convenio Laboral. Convenio
de los trabajadores SUCASA y Servicios Especiales de Previsión. Cena
Navideña SUCASA. Programa de Formación “SUCASA ES MI
CASA”. Transporte para los trabajadores de último turno.
Existe una praxis notable de la Empresa en lo que tiene que ver
con el mejoramiento profesional y humano de sus trabajadores.
La Empresa ve en la calificación de sus empleados un canal de
servicio y responsabilidad social, al formar y fortalecer en ellos un conjunto
de conocimientos en su especialidad y en su formación para la vida, en valores
y actitudes hacia el cambio sociocultural y ético.
El activismo hacia la solidaridad social, que es lo que podemos
llamar Responsabilidad Social, se ha convertido en un imperativo natural para
SUCASA, en un programa de todos los días, como una experiencia que su gente
vive con una gran plenitud conciencial.
ALGUNAS
REFLEXIONES…Se nos ha dicho que el
desafío es derrotar la pobreza (cito a Bernardo Klisberg). Se nos ha
dicho que el siglo XXI debería ser el siglo en donde la humanidad que derrotó
en siglos anteriores la esclavitud y generalizó los derechos humanos, dé la
batalla contra las grandes desigualdades sociales. Se nos ha dicho,
que en el siglo XXI debería aparecer un modelo donde todas las personas puedan
ser productivas y consumidoras. Se nos ha dicho que a pesar de la
crisis la humanidad tiene un potencial gigantesco, y una base
científico-tecnológica formidable. Se nos ha dicho que si los
desafíos son enfrentados con perspectivas y políticas que atiendan esos graves
problemas de desigualdad, con justicia social y equidad y con la sabiduría
espiritual que es el bien más antiguo del género humano, el escenario sería
entonces de mayor simetría entre los países y su interior, y en definitiva de
mayor acceso a la felicidad. Ciertamente, de allí, de esos contenidos
y de otros concomitantes, podríamos generar un buen concepto de desarrollo
sustentable que esto veo es la lucha programática que ustedes se han propuesto,
al menos de eso escuchamos hablar institucional y particularmente dentro de la
Universidad del Valle de Momboy, aquí en Valera.
Al menos sé que aquí han venido o han sido traídas para estudio
y consideración experiencias muy valiosas. Y es porque hay
conciencia de que “las experiencias urbanas de ciudades que han obrado de
manera diferente son plausibles y dignas de imitar”. Esas
experiencias hay que saber trabajar o aprender a trabajar con
ellas. Algunas experiencias urbanas provechosas se han venido
vendiendo por sus logros demostrados. Pero, entre nosotros se sigue
reacios al cambio o a los cambios, que por ser tan complejo y extenso el
problema, pues así mismo es la imprevisión de las visiones necesarias que se
necesitan para recomponer la salud social, de la misma manera efectiva como
llega a algunas sociedades y las hace sobresalir para ponerse a la cabeza de
los desarrollos.
García Canclini, un autor mejicano que me gusta leer, propone,
“hacer de la ciudad el objeto cultural por excelencia, como condición previa
para que sus pobladores dejen de ser meros habitantes y se conviertan en ciudadanos”. Y
esta es la síntesis de todo desarrollo humano sustentable: lograr que todos
seamos ciudadanos, no importa que por ahora siga siendo una utopía, pero las
utopías son necesarias para que en una gran batalla científica e intelectual el
pensamiento y la inteligencia las convierta en las grandes realizaciones de la
civilización.
UN EPÍLOGO NECESARIO:
Qué hermoso todo esto. Yo veo en los integrantes de
esta familia Faccin Caon que recibe el homenaje esta tarde, una gran
cosmovisión cristiana y una inmensa doctrina social. Para cambiar al
mundo, dice Francisco Brems, “es necesario que el orden haga al
hombre”. Roberto Faccin, en su vida integral, es un hombre modélico,
que lleno de júbilo afirma sobre su obra total: “Hasta ahora las metas se han
cumplido. Eso lo sabe dios y lo sabemos nosotros”. Y
empleando una palabra acorde con este momento, les digo que el señor Roberto es
un hombre producto del amor inteligente de Dios.
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