Abrimos una nueva sección en nuestra
página web. La denominamos “Personajes Trujillanos”. La misma tiene el
propósito de dar a conocer la semblanza biográfica de ciudadanos que
constituyen por siempre el Pensamiento Vivo Trujillano. Hombres y mujeres que
trascendieron el tiempo y son referencia de identidad y memoria. El saber vivir
y actuar los hizo signos, y los buscamos como indicios propicios cuando
queremos hallar los rasgos de nuestros ancestros y de nuestra cultura. Hicieron
de la vida un surco por el que dejaron andar su sabiduría, su cultura como mies
en el cultivo de la civilización. Hicieron el esfuerzo de activar su tránsito
terreno como una fundación, por lo que son bases sobre las cuales se edifica
por siempre la trujillanidad. Son nombres sonoros, muchos olvidados o, más
bien, subyacentes, porque no hay olvido permanente para los que entendieron la
vida como un instrumento de servicio en la formación de la ciudadanía
individual y colectiva. El tiempo los vive rescatando y actualizando, como
queremos hacer nosotros con esta página que la abrimos desde hoy a nuestros
amables lectores. Bienvenidos.
Dr.
Estanislao Núñez Carrillo
1. Vivió poco, 58 años, pues había nacido
en Trujillo en 1885 y murió en Caracas en 1943 (1 de mayo de 1943). Dice
Barroeta (2012,150), la muerte lo sorprende en Caracas (…) mientras cumplía su
papel como Senador por el Estado Trujillo.
2. Su trayectoria vital la podemos
sintetizar así: Por 1885, año de su nacimiento, la situación regional es
calamitosa en lo político-económico. Hay grandes penalidades en la población.
Su familia, de clase media, muy digna. Es de un hogar con muchos valores
morales. Hace las primeras letras en la rudimentaria escuela de la ciudad.
Asiste al Colegio Federal y se gradúa de Bachiller en Filosofía en 1904. (Es de
resaltar que sus estudios no fueron continuos, sino por saltos, como se ve al
leer su biografía), (biógrafos: Jorge Maldonado Parilli y Segundo Barroeta).
Esperó 5 años para inscribirse en la Universidad Central, en
Caracas. Allí cursa los primeros años de medicina, como alumno sobresaliente.
3. Ve interrumpido sus estudios y comienza
un periplo de necesidades existenciales que lo llevan a distantes sitios del
país. Dueño de una temprana conciencia moral enfrenta al régimen y es
perseguido. Lucha y trabaja en estados llaneros para sobrevivir.
4. Hacia 1915 retoma los estudios de
medicina, su gran vocación, en “La Escuela Privada de Medicina, que al año
siguiente adquiere carácter oficial, aunque solo otorga títulos de Médico
Cirujano, que nuestro personaje alcanza en agosto de 1918”. (Barroeta, 149).
5. Desde 1918 está en Trujillo, su ciudad,
a la que comienza a ser útil por un mandato de su propia responsabilidad
ciudadana. Es allí, en ese año cuando su nombre lo coloca en su suelo natal,
para la prodigiosa odisea de bien que hace germinar en adelante. La
cuidad lo ve activo y participativo; indetenible en su accionar
social y familiar. Ciertamente hace familiar al colectivo social. Y
es entonces cuando nace en la urbe el sintagma de: “Doctor Núñez”, en cada
hogar y en cada poblador. La frase “Doctor Núñez” se hizo esencialmente popular
en todos los estratos sociales de Trujillo, desde entonces hasta poco después
de su muerte, cuando se fue diluyendo en la naturalidad del tiempo y el olvido.
6. Es raro que ni Briceño Iragorry (Gente
de ayer y de hoy- Pequeño anecdotario trujillano) ni Numa Quevedo (Testimonio
de la Tierra) hicieron una semblanza del Dr. Núñez Carrillo. Su bosquejo
biográfico aparece en el libro Gente de Venezuela Tomo II de Jorge
Maldonado Parilli y en la obra Personajes trujillanos a través de la
anécdota, de Segundo Barroeta. Además, hay trazos de su biografía
ciudadanamente útil en los periódicos Paz y Trabajo y Presente,
primordialmente.
7. La siguiente enseñanza la podemos sacar
de la preclara vida de Núñez Carrillo: “No busquemos ser héroes ni apóstoles,
ni nada que se le parezca. Busquemos ser simplemente ciudadanos. El blasón de
ciudadanía ha adornado la personalidad de los grandes hombres formados en la
humildad; pero, principalmente, en la capacidad de servicio social comunitario.
Nada hace más emblemáticamente una vida de ciudadanía, que ser un portador de
conciencia útil, de mostrar una personalidad solidaria en ayuda de la población
carencial, a la que el destino le ha negado las necesaria adquisiciones humanas”.
(AMM)
8. En 1918, está de retorno en Trujillo y
comienza un accionar indetenible buscando darle una razón de servicio a su vida
profesional. La comunidad entera de la pequeña cuidad comienza a conocerlo y a
sentirlo en su intimidad. Transita por la calle y entra a los hogares. Se hace
familiar a todos y a todos trata por igual. Su prestigio personal comienza a
crecer; pero aún más, su prestigio médico, desde el pequeño hospital de caridad
que está en la Plaza Carrillo. Es parte activa del tránsito existencial del
pequeño centro de salud con que cuenta la ciudad. Va a los estratos de la
Municipalidad porque se hace concejal muy representativo. El Cabildo lo ve como
un medicó también para el servicio y él lo prestigia con su personalidad. De
allí a la Junta de Fomento local para el emprendimiento de una
pequeña obra de utilidad. Y de allí para otra junta de fomento, está más
decisoria en el adelanto y progreso de la urbe. Aparece su nombre en los
periódicos; su personalidad académica y cultural se hace sentir. Dirige
entonces el hospital San Juan de Dios, asiste y remedia al grupo de monjas
dominicas que están en el nosocomio desde 1918, y junto a los otros colegas
médicos que allí laboran busca la modernización del centro
asistencial, hasta donde es posible hacerlo por las absolutas carencias
presupuestarias. Es parlamentario también: la Asamblea Legislativa regional oyó
su voz fuerte en procura de asistencia para la ciudad y su gente.
9. En mi libro: “Para una historia del
Hospital de Trujillo”, su nombre aparece varias veces. Cito: “Se realizó en
aquel año de 1919 un Censo Medico Farmacéutico del estado, y en lo que
correspondió a los médicos del Distrito Trujillo arrojó los siguientes
resultados por Municipio: Municipio Matriz y Chiquinquirá; Dr. J.M. Llavaneras,
Dr. Fabricio Gabaldón, Dr. E. Núñez Carrillo, Dr. Jesús Peña Sánchez y Dr. Juan
E. Barroeta. (2006, p.21).
En la página 24 del libro, dice: “…hoy hago publica
manifestación hacia el meritorio facultativo Doctor Estanislao Núñez Carrillo,
quien con sus vastos conocimientos, su práctica profesional, su espléndida
acuosidad (…), cuyo nombre pregona la fama por sus recomendables condiciones,
ha efectuado una operación quirúrgica bastante laboriosa y delicada en nuestro
deudo el señor Luis Napoleón Coronado, sellando con lucidez tan importante
operación, que le recomienda como un exponente más en los laureles de sus
triunfos,” (ídem. p. 24).
En la página 25 del mismo libro, se lee:
Tal vez era que las intervenciones quirúrgicas en el
Hospital de Caridad se practicaban esporádicamente, o que socialmente eran
consideradas como proezas de los médicos, pero lo cierto es que la prensa
regional local, daba cuenta de las operaciones practicadas en el
establecimiento. Así vemos que en la edición Nº 198 de Paz y Trabajo, del 24 de
enero de 1925, en la columna ‘Viendo y Comentando’ aparece una nota con el
nombre de Cirugía, que dice: “El 19 del presente mes fue practicada en el
Hospital San Juan de Dios de esta capital, una operación quirúrgica por los
doctores Quevedo Viloria (Médico del Establecimiento y Núñez Carrillo, la
operación consistió en una intervención en el hígado por absceso hepático.
Llevo el bisturí el Dr. Quevedo Viloria y aplicó el cloroformo el Dr. Núñez…”
ídem, p. 25.
10. En 1927 era Médico del Estado
11. En 1929, continuaba el Dr. Núñez Carrillo como
Médico del Estado. En una parte de mi libro, dice:
“En aquel año de 1929 eran funcionarios de
Sanidad en Trujillo los doctores E. Núñez Carrillo, Director del
Hospital, de la Cárcel Publica y Medico del Estado; Jesús Sánchez, Jefe de
Servicio de Clínica Médica en el Hospital San Juan de Dios” (ob. Cit. p 32)
12. En 1934, ya tenía el hospital de Trujillo el
nombre de Alejandro Prosperó Reverend, aunque se conocía simplemente como
Hospital Reverend. Y allí permanecía en primera línea del Dr. Núñez
Carrillo.
13. Durante tres años, entre 1934 y 1937 trabajó el
Dr. Pedro Emilio Carrillo como médico del Hospital Reverend. Allí conoció y
trató al Dr. Núñez Carrillo. Luego diría, en juicio sobre la persona de éste:
“Estanislao Núñez Carrillo profesional de poderosa personalidad y vasta
preparación; conocía a fondo la clínica y dominaba la terapéutica con destreza,
atormentado por las injusticias sociales que a diario presenciaba, de pie ante
los desmanes y atropellos propios de la época, fue un rebelde sempiterno, un
planificador utópico de un mundo franciscano, un soñador de tiempo mejores.”
(1959, p. 46)
14. Sostiene Maldonado P., que Núñez Carrillo, fue un
“Gran estudioso de las propiedades medicinales de las plantas de su región
nativa, en muchas ocasiones en que trataba enfermos que no tenían recursos para
obtener los medicamentos que necesitaban en las farmacias locales, se tomaba el
trabajo de indicarles cómo podían confeccionar en su propia casa el remedio que
les era necesario.” (op.cit.p.1419).
15. En su libro, personajes trujillanos a través de la
anécdota, el doctor Segundo Barroeta se detiene en dos páginas a
esbozar descriptivamente la personalidad del Dr. Núñez C. Dice, que el Dr.
Núñez ejerce con sincero apostolado, entregado por entero a sus pacientes, sin
horarios ni limitaciones, y que fue su objetivo primordial aportar
oportunamente sus grandes conocimientos clínicos y terapéuticos.” (Op.Cit.
p.149).
16. En otro aparte de su trabajo, sostiene el Dr.
Barroeta lo siguiente: “Así era el Dr. Estanislao Núñez Carrillo sabio, humilde
y dueño de una generosidad que no conocía limites, pero altivo e intransigente
cuando se trataba de defender su dignidad, la de sus familiares o la de
cualquier desvalido de la fortuna que se viera amenazado por la prepotencia de
un poderoso. Caballero cabal, sanitarista, amigo y practicante de la medicina
preventiva. En Trujillo realizó vacunación masiva contra la viruela y la fiebre
tiroidea, así como efectivas campañas contra la lepra, las parasitosis
intestinales, la desnutrición infantil, la tuberculosis y las enfermedades
venéreas. Médico de ciudad, Jefe de los Servicios de Medicina y Cirugía del
viejo Hospital, cuya dirección ejerció por varios años, excelente clínico de
sabias y acertadas decisiones terapéuticas. Su sola presencia bordeaba las
fronteras del milagro.” (Idem.p. 150).
17. Entre 1937 y 1938, o mejor diremos, en los últimos
años de la década del 30, el doctor Núñez Carrillo desplegó un gran activismo
en Trujillo. Las instituciones eran débiles por las condiciones de
funcionamiento y la precariedad presupuestaria; pero, como contraparte, existía
una gran vocación de servicio entre los personeros con responsabilidades
administrativas y sociales. Así, la Inspectoría técnica de Instrucción,
preparaba jornadas socioculturales, conferencias y charlas, entre otras
actividades. En ellas participaban los pocos médicos de la ciudad: Adalberto
Anzolar, Salvador Tálamo, Manuel de J. Chuecos, Estanislao Núñez Carrillo. Cada
uno de ellos preparaba charlas radiales, para lo cual se trasladaban a la Radio
Valera, en Valera, la única emisora del estado. Allí el doctor Núñez Carrillo,
Médico de Sanidad Nacional en Trujillo hablo sobre la Sífilis, la
anquilostomiasis y el paludismo. Dice la crónica:
“Puntualizó los medios más eficaces para prevenirnos
de tan terrible flagelos en términos claros, precisos y contundentes para que
todos entendamos y podamos acogernos a los recursos aconsejados por la ciencia
para evitar el desarrollo de estas perniciosas enfermedades.” (El ciudadano,
Trujillo, Nº 8, del 08-09-1937).
19. Núñez Carrillo fue uno de los grandes
propulsores para la creación y construcción del Asilo de Mendigos (su otro
nombre fue Hospital Psiquiátrico de Trujillo), levantado en el sector La Otra
Banda (Santa Rosa). Para la fecha, 1939, era Presidente del Concejo Municipal
de Trujillo. También le tocó en ese cargo inaugurar la avenida “García de
Paredes”, entre Trujillo y San Jacinto, y recibir el cuadro con el Retrato del
Dr. Cristóbal Mendoza, que ha permanecido hasta hoy en las Salas de Sesiones de
la Municipalidad.
20.
En el Acta de Inauguración del Hospital “José Gregorio Hernández”, de la ciudad
de Trujillo, llevado a cabo el 24 de junio de 1942, aparece entre los
suscriptores el Dr. E. Núñez Carrillo. (Para una historia del Hospital de
Trujillo, p. 80)
21. Para las sesiones del Parlamento Nacional del año
1943, le tocó al Dr. Núñez Carrillo, ausentarse para la ciudad de Caracas, pues
había salido electo como Senador Principal por el Estado. Y en esa alta función
lo sorprendió la muerte el día sábado 1ª de mayo de ese año, lo que constituyó
un profundo motivo de duelo en nuestra Entidad Federal.
22. Vamos a señalar algunos aspectos de lo que recogió
la prensa trujillana de aquellos días sobre tan penoso suceso. Lo que tuvo
asiento en el periódico “Presente”. Veamos:
- Fallecieron a principios de año en
Caracas, los trujillanos meritorios Pedro José Carrillo Márquez y Estanislao
Núñez Carrillo.
- Núñez Carrillo ejerció durante 26 años
de la manera más limpia y más honrada la profesión de médico, y desde todas las
dignificantes posiciones que supo ocupar, estuvo atento a hacerse sentir con la
obra buena y a inmiscuirse de todo corazón en el desenvolvimiento progresivo de
su tierra. Así decía la primera página, del Nª 63 del periódico,
correspondientes al día 8 de mayo de 1943.
- Decía igualmente la página: Recibió la
muerte cuando ocupaba en el Senado de la Republica la representación de su
tierra, lo que viene a sumar más el dolor de la pérdida. Por su obra y por sus
hechos supo llegar, íntegro, al mayor aprecio de Trujillo. Cumplió el generoso
destino de servir; vivió para los demás, para afirmar rotundamente que
el hombre puede ser bueno sin dejar de ser honrado. (Idem.)
23. Tres aspectos queremos destacar sobre el suceso
del fallecimiento del doctor Estanislao Núñez Carrillo.
Transcribimos en primer lugar, parte del
Decreto de Duelo que emitió el Ejecutivo del Estado Trujillo:
DOCTOR NUMA QUEVEDO Presidente del Estado Trujillo
Considerando;
Que acaba de fallecer en Caracas el distinguido médico
trujillano, doctor Estanislao Núñez Carrillo, cuyo espíritu humanitario le
granjeó el más amplio aprecio y cariño de sus conciudadanos,
y considerando; que el meritorio extinto se hallaba ejerciendo la
alta representación de Senador por este Estado ante el Congreso de la Republica,
habiendo prestado, además, importantes servicios públicos en diversas
oportunidades. Decreta: Artículo 1º. Se declara motivo de duelo oficial por el
término de tres días, la sensible desaparición del doctor Estanislao Núñez
Carrillo. Artículo 2º. Durante el lapso indicado permanecerá izada a media
asta, en el Palacio de Gobierno, la Bandera Nacional. Artículo 3º. Se designa a
los ciudadanos doctores Alfonso Mejía, Jesús Pacheco Rojas y Diego Godoy
Troconis, para que a nombre de este Gobierno depositen una corona en el acto de
inhumación de Cadáver. 1 de mayo de 1943 NUMA QUEVEDO Manuel de J. Chuecos.
Segundo:
· En lirica regional, sección del
periódico Presente, el poeta trujillano Rafael Ángel Barroeta,
publicó el siguiente soneto con el título DOCTOR E. NUÑEZ CARRILLO
Le
dio el Hidalgo su hidalguía;
el
padre Hipócrates su don,
y
el viejo Apolo la armonía
de
su recóndita canción.
Su
vanidad y sin falsía
iba
cumpliendo su misión;
y en
su habitual filantropía
daba
en la mano el corazón.
Tuve
la fé que no se mustia,
y
era de verlo en toda angustia
ir
colocando su bondad.
Se
nos quebró su lumbra ustoria;
mas
queda intacta su memoria
en
el dolor de la Ciudad …! (Presente, Nº 64-15-05-1943)
Tercero: Cómo trató la prensa de Caracas
las exequias del Senador Núñez Carrillo:
El domingo 2 del corriente fueron celebradas las
exequias del Senador por el Estado Trujillo, doctor E. Núñez Carrillo quien
falleció el sábado. El cadáver fue trasladado en horas de la madrugada al Salón
de Sesiones de la Cámara del Senado, en donde permaneció todo el
día en capilla ardiente. En la tarde a las 4 fueron hechos los oficios
religiosos por el Arzobispo Coadjutor Monseñor Lucas Guillermo Castillo,
presidiendo el duelo el Ejecutivo Federal en unión del Presidente del Congreso.
Un cuerpo del Ejército hizo los honores militares. (Transcripción, Presente: Nº
63; 08-05-1943).
24.Por la muerte del Dr. Núñez Carrillo, emitieron
acuerdos de duelo el Ejecutivo del Estado, la Cámara del Senado, la Cámara de
Diputados, el Gobierno Nacional y el Gobierno del Estado Falcón.
25.Algunos juicios y opiniones emitidos sobre la vida
y la personalidad del Dr. Estanislao Núñez Carrillo:
- Expresó el señor Jorge Maldonado
Parilli: “El Dr. Estanislao Núñez Carrillo fue uno de los personajes
trujillanos que causaron más perdurable impresión en nuestro días infantiles.
(……) Lo evocamos con su andar silencioso y digno, con su maletín de médico y su
inseparable bastón, entrando a las viejas casonas donde los
quebrantos graves o leves de algún paciente requerían su presencia.
Observándolo despertaba en nosotros un ingenuo sentimiento relacionado con la
importancia que debía tener el ser útil a los semejantes en el
momento en que éstos se sienten enfermos e indefensos”. (op.cit.pp. 1417-1418)
- Cumplió el generoso destino de servir;
vivió para los demás, para afirmar rotundamente que el hombre puede ser bueno
sin dejar de ser honrado. José Armenio Núñez, Presente.
- Nunca creyó Trujillo, no ver más la
figura distinguida del caballeroso ciudadano, quien lleno de un optimismo sano
para el porvenir de su tierra se complacía en hacer el bien nazareno que
prodigaba a manos llenas restando miserias y curando tristezas. (S. Joaquín
Delgado).
- Hombre consciente, hombre honrado de la
más amplia aceptación del vocablo, supo en todo instante situarse en el plano
que le correspondía a fuer de hombre que amaba con fervor su pedazo
de terrón nativo. Hombre útil, porque para ser grande hay que ser útil, según
la expresión máxima del Libertador, se conquistó la mar de simpatías, cuando
hizo el bien que no lo supo nunca el vecino de enfrente. Se llevó esa palma, la
brillante palma de los que verdaderamente triunfan sobre el medio ambiente,”
(Humberto Rumbos)
- A raíz de la enfermedad y gravedad del
Doctor Núñez, como cariñosamente se le llamaba aquí, no hubo persona a nuestro
entender, que no se interesara vivamente por la salud del noble amigo. Y cuando
la nueva ingrata pobló los ámbitos a todo lo largo y a todo lo ancho de
nuestras callejas trujillanas, un simple observador hubiera notado la angustia
pintada en los semblantes y se podría adivinar en el corazón, dolor
de lágrimas, esas lágrimas que no se vierten sino que se consumen.” (Ramón
Urdaneta Braschi).
- El Doctor Núñez murió en Caracas. No le
fue dado al pueblo trujillano decirle adiós muy cerca. Ese pueblo que él amó;
ese pueblo que él quiso, estamos seguros, pleno de dolorosa emoción,
se hubiera echado el cadáver sobre sus hombros.” (Sus otros amigos: Pedro J.
Torres, R. Velazco Troconis, Tomás Cols M., Enrique Fernández, V.M. Bocaranda,
R. Pérez Rueda, Ezequiel Aranguren, Pedro Bracamonte, Isilio Arriaga, hijo,
Jesús María Torres, Elías Capielo Torres, Fabricio Gabaldón, Antonio J. Araujo,
Pedro J. Durán, Manuel Felipe Rosales).
Colofón:
Trabajar por una estructuración social es un elogio a
la moral humana, un cumplimiento de los principios que dignifican y hacen
permanecer en el tiempo. Salen a flote nombres y voces con actuación social,
ciudadanos probos que se dieron al servicio de un colectivo, como entendiendo
que es la acción desinteresada la que consigue objetivos positivos en la marcha
cotidiana de una comunidad. Esas personas vivieron acosadas por un gusanillo
interior que los llamaba al deber; los mortificaba el no hacer, por lo que
estuvieron pendientes de la suerte de la ciudad o del pueblo. Fueron capaces de
ocupar un lugar en la vida social y tuvieron figuración solidaria a la hora de
ser llamados, por lo que tienen que ser nombrados y mantenidos en vigencia en
los tiempos del porvenir, que los actualiza como signos de vida y de ejemplo a
seguir. Es entonces auténtico el ciudadano que ofrece su individualidad para la
constitución del ser social colectivo.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
1. Barroeta, Segundo. (2012) personajes
trujillanos a través de la anécdota. Barquisimeto. Editorial Horizontes C.A.
2. Carrillo, Pedro Emilio. (1959) crónica
médica de Trujillo. Caracas. Imprenta Nacional.
3. Maldonado Parillli, Jorge. (1992) Gente
de Venezuela. Tomo II. Caracas. Impresión: Miguel Ángel García e Hijo s.r.l.
4. Medina Machado, Alì (2006)
Para una Historia del Hospital de Trujillo Trujillo
REFERENCIA
HEMEROGRAFICAS
Periódico EL CIUDADANO. Trujillo
Periódico EL REHABILITADOR. Trujillo
Periódico PAZ Y TRABAJO. Trujillo
Periódico PRESENTE.
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